Ey, que te quiero


Ey, hola. Estás muy guapo esta mañana. Vaya, te has arreglado, llevas tus vaqueros bonitos, y tu sonrisa de los fines de semana. Incluso te has echado colonia… Huele de maravilla, huele a verano, a lluvia, a cloro, a césped… Te brillan más los ojos, parece imposible pero sí. ¿Un buen día? ¿Has sonreído hoy más de lo normal? ¿Has visto a alguien que hace que sientas mariposas en la barriga? Me gustaría que rieras más. Sí, ya sé que ríes mucho… pero me refiero a tu risa de felicidad, tu risa de  verdad, esa que da ganas de comerte. Bueno, me desvío…. El caso es que quería decirte que quiero que sonrías, que seas feliz, que te hagan cosquillas, que nunca te falten besitos, que te abracen y que te amen. Que te hagan sentir todo lo único que eres, y que te des cuenta de todo lo que vales. Que consigan ponerte nervioso, un nudo en la garganta y las piernas temblando, antes de un beso. Que te aprieten esa manita fría que tienes, que te miren a los ojos, que te muerdan los dedos jugando, y que se ganen tu cariño… Que te acaricien el pelo, que te agarren de los vaqueros, y que te abracen en silencio, que te enamoren… Y, bueno… si todo eso lo hago yo… mejor que mejor, ¿no?

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